Los cursos de infantil y primer ciclo lo hicieron con el cuento de Arturo y Clementina, y con la actividad "ponte mi mochila", en la que reflexionaron sobre la cantidad de tareas que tienen que llevar "a cuestas" en muchas ocasiones las mamás, y cómo podemos contribuir a aligerar esa carga.
En segundo ciclo, trabajaron los estereotipos que se suelen asociar a ambos géneros. Elaboraron una silueta de un niño y de una niña. Las niñas de la clase tenían que escribir en la cabeza de la silueta del niño aquello que, según su parecer, suelen pensar los niños. En el corazón, lo que les suele gustar. En la boca, de lo que suelen hablar. En las manos, lo que suelen hacer. En las piernas, a lo que suelen jugar... etc, y los niños tenían que hacer lo mismo en la silueta de la niña. Al final, debían ponerlo en común y rebatirse entre ellos y ellas. De este modo, salieron a la luz los estereotipos que todavía siguen presentes en nuestra sociedad y que se siguen transmitiendo a nuestros jóvenes, pero también pudimos trabajar para romper con ellos.
En tercer ciclo, hicimos un taller de micromachismos, que son aquellas expresiones expresiones machistas pero sutiles y culturalmente aceptadas, que están presentes en nuestro día a día, vocabulario, roles de género, uso de los espacios públicos, etc. Lo hicimos de modo expositivo-reflexivo para que todos y todas pudiesen participar y aportar sus opiniones, y logramos que fuera un taller muy rico.
Por otro lado, para seguir con el trabajo de ruptura de los estereotipos de género y los micromachismos, en educación física (3er ciclo) aprovechamos para realizar una unidad sobre el colpbol y el Kin-Ball, deportes mixtos por definición y obligación, sin distinciones por sexo y con una alta carga cooperativa entre todos y todas las participantes.
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